Mesa de juegos

Todo o casi todo lo relacionado conmigo y con los juegos de mesa. O el mundo de los juegos de mesa desde mi punto de vista.



jueves, julio 06, 2006

La visita de Taral


Ya ha pasado casi un mes, pero ciertamente me cuesta encontrar tiempo para publicar.
Taral es un amigo noruego que conocí hace ya varios años en ludoteka cuando empezamos a testear el Unlur. A parte de haber sido un activo promotor y jugador del mencionado juego (actualmente es el campeón mundial) Taral tenía las mismas inquietudes que yo en cuanto a los juegos (quizás esto en parte se debe a que ambos eras estudiantes de matemáticas por aquella época) lo cual hizo que a parte de jugar tuvieramos largas charlas en el messenger aunque ciertamente al final siempre terminábamos hablando de cualquier cosa menos de juegos.
Aprovechando que iba a estar de vacaciones en Ribadesella (Asturias), aprovechamos para conocernos definitivamente y pasar unos días juntos en Euskadi.

Prácticamente nos pasamos los 4 días haciendo turismo, aunque también tuvimos tiempo para ver como España caía eliminado ante Francia en el mundial de fútbol y para jugar a algunos juegos. Lógicamente Taral es mucho mejor jugador que yo y salvo al Mus -menos mal- me ganó a todo. No jugamos a Unlur, pero le dimos la vuelta al tablero y probamos el Onyx. Me enseñó que estoy a años luz de saber algo de como jugar a Gobblet. De mis juegos solo jugamos al BasoXake del que Taral hizo una observación muy interesante apuntando que las piezas más importantes al principio de la partida son las menos importantes en la parte final y viceversa, lo cual muestra que se trata de un juego peculiar que puede despertar interés, lamentablemente no tengo el tiempo que se merece que le dedique. Después con Matxalen jugamos a Eiertanz, (ah si! a esto también gané yo, ¡soy una máquina!, jejeje) Diamant, el recien llegado Just 4 Fun (había que aprovechar que sabe alemán para que nos explicara las reglas") y Jungle Speed.

Al final, como suele pasar en estos casos, no hubo tiempo para todo pero desde luego para mi fueron unos días muy agradables. ¡Hasta la vista Taral!