Mesa de juegos: Ágora Barcelona

Autores: Oriol Comas y Jep Ferret
Editor: Brabander Editores
Año: 2005
Jugadores: 3 a 5
Duración: 1 hora
Complejidad reglas: media

Pude probar una versión definitiva de Ágora con uno de los autores sobre un prototipo, después tuve la suerte de recibir el juego incluso antes de su comercialización y si no he hecho una reseña hasta ahora ha sido porque al final de cada partida me quedo con la sensación de que necesito probarlo una vez más para poder hacer una valoración lo más objetiva posible.

Ágora es 100% un juego mayorías y se puntua una vez y al final de la partida. El tablero de juego es un mapa de Barcelona dividido en 10 distritos, cada uno tiene un valor y los jugadores disponen de una cantidad fija de fichas o paseantes. Al final de la partida consigues los puntos de los distritos en los que haya mayoría de paseantes de tu color. El jugador que más puntos logre gana.

El objetivo es sencillo pero para lograrlo hay que seguir una serie de cuidadas normas y en cada turno hay que realizar 4 pasos y cada uno de ellos requiere tomar alguna decisión.

Primero hay que robarle al jugador de la izquierda sin ver su mano una de sus cartas, esto así como lo explico parace algo completamente aleatorio pero es que no he dicho aun que las cartas tienen valores de 1 a 5 y que representan a plazas de los 10 distritos de Barcelona y que cada carta es del color del distrito al que pertenece la plaza pero la gracia es que el dorso de la carta también tiene ese color así que a la hora de robar al jugador de tu izquierda podrás elegir de que distrito es la carta que le quieres robar aunque no llegarás a saber su valor.

El segundo paso consiste en jugar una de las cartas de tu mano y poner sobre el tablero en el distrito representado por la carta jugada el número de paseantes que marca la carta. Esto implica tomar decisiones difíciles y lo ideal sería dejar las cartas altas para el final de la partida cuando ya el resto de jugadores no tenga tiempo para destrozarte los planes, pero entonces uno se arriesga constantemente a que en el paso uno el jugador de su derecha le robe una carta alta. Y si al principio jugamos nuestras cartas altas corremos el riesgo de quedarnos sin paseantes demasiado pronto y damos mucho tiempo a los demás jugadores para que haciendo uso del tercer paso del juego nos desperdigen los paseantes por toda la ciudad.

Porque el tercer paso del juego consiste en mover a dos paseantes de su distrito a uno adyacente y no importa de que sean de tu color o de otro, ahora bien, nunca pueden ser dos paseantes del mismo color, no pueden ser paseantes ya movidos por otro jugador en ese mismo turno y al final de los dos movimientos no puede haber igualdad en ningún distrito, es decir, siempre tiene que haber un virtual ganador de cada uno de los distritos. Aquí, en las primeras partidas uno suele pelear directamente por los distritos en los que tiene opciones de ganar y saca del distrito paseantes de otros jugadores o mete en el distrito paseantes propios. El jugador más experimentados lo que hace es crear conflictos entre otros jugadores en distritos en los que no se juega nada, de esta forma los otros jugadores tienen que gastar sus turnos en defenderse de otros y no le molestan.

El cuarto paso no es más que robar una carta, pero como hay dos mazos de los que robar y como el dorso nos dice a que distrito pertence cada carta podemos elegir entre dos opciones en función de nuestras necesidades.

Todo esto lo convierte en un juego más serio de lo que un primer vistazo puede hacernos pensar, aunque a pesar de que puede ser jugado a varios niveles de profundidad estratégica, observese que memoria y psicología también tienen su parte, es un juego que agrada a todo tipo de jugadores.

Los materiales son muy valorados por los jugadores, hay nada menos que ¡160! paseantes más conocidos como meeples de 5 colores diferentes y además te los puedes encontrar de dos tipos, con falda o sin falda, para algunos chicos y chicas, pero yo no lo tengo tan claro porque muchas chicas llevan pantalón y además también pueden ir escoceses a Barcelona ¿no? :-)
Las cartas y el tablero también están muy bien hechos y vamos que no te puedes encontrar un juego hecho en España de una calidad similar a este.

El tema no es bueno, pero no seria justo si omitiera decir, que se trata de un juego por encargo y si te dicen que tienes que hacer un juego sobre "las plazas de Barcelona"... Vamos que yo no seré quien tire la primera piedra y de ahí que le de un aprobado.

En resumen, Ágora Barcelona, será sin duda un sólido candidato autóctono al juego de año en España 2006, un año que en mi opinión puede ser muy propicio pues la calidad de los juegos distribuidos este año en la penísnula no ha sido como para tirar cohetes aunque esta jugada mejor la comento otro día.

Nota: La foto es de Ángel Luis Mula, que no creo que le moleste que se la haya pillado del BGG.

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