Shogi

Jugadores: 2
Complejidad reglas: media

Cuanto más me meto en el mundillo de los juegos de mesa modernos, especialmente ahora que los juegos abstractos están bastante estancandos, más ganas me entran de volver a los grandes clásicos de la historia.

Antes no tenía el más mínimo interés en poseer un juego si no estaba realmente interesado en jugarlo y en ir aprendiendo seriamente sobre el. Con la edad se van perdiendo facultades y claro al final uno tiene que conformarse con simplemente divertirse, lo cual no es poco.

Desde siempre el Shogi o Ajedrez Japonés ha sido mi forma clásica de ajedrez favorita y desde hace bastantes años disponía de un set de piezas occidentalizado y a falta de oponentes mi rival solía ser un programa de ordenador. Hace poco tiempo mi compañero de Sergio, por razones de trabajo tuvo que ir a pasar un mes a Japón, así que haciendo un abuso de nuestra amistad le pedí que me trajera un juego completo original, o sea, uno de esos sets de madera con fichas de madera con ideogramas japoneses escritos sobre ellas.

A mucha gente le echa para atrás lo de los ideogramas, aunque ciertamente solo se trata de una excusa, pues en realidad las fichas también se distinguen por el tamaño ( más grande la más poderosa) y en poco tiempo uno es capaza de asimilar los ideogramas con facilidad.

Vivimos en una sociedad ajedrezcentrista donde para la mayoría el juego de juegos es el ajedrez occidental o FIDE. De hecho nunca se habla de ajedrez occidental, porque el 99% de la población desconoce que hay varias formas de ajedrez más en Asia que incluso las hubo en Europa y que el juego del ajedrez actual no es tan milenario como se piensa.

En esencia el shogi se parece mucho al ajedrez, se trata de dar jaque mate al rey contrario, con unas piezas con diferentes poderes y que si alcanzan cierta posición en el tablero pueden promocional a piezas más poderosas. No obstante, en cuanto a la promoción una de las cosas más curiosas es que en el shogi una pieza antes de promocionar ya tiene determinado a que pieza va a promocionar. Aunque realmente lo que lo hace realmente único de todas las demás formas de ajedrez clásicas conocidas es que las piezas capturadas pasan al bando del captor y pueden ser usadas por este como si fueran propias a todos los efectos. Como uno puede entender esto tiene una consecuencia obvia, la captura de piezas no reduce el número de unidades sobre el tablero porque son reintroducidas, así que en ajedrecista occidental en el shogi ya puede olvidarse de todos esos finales de estudio.

De todas formas se que al ajedrecista FIDE es muy difícil convencerle de que hay otros juegos cuando menos tan interesantes que su ajedrez. Así que afrontando el problema con objetividad daré dos razones por las cuales el ajedrez queda por debajo del shogi.
Los propios ajedrecistas, hoy en día, suelen criticar del ajedrez que se empata demasiadas veces y por otro lado se ha visto que la estrategia es superada por la táctica dado que la mayoría de los jugadores incluso la mayoría de profesionales pierde ante un programa de ordenador de alto nivel sobre un PC doméstico. En cambio en el shogi los empates son mínimos, menos de un 2% y los ordenadores no tienen calidad para medirse a un jugador de alto nivel.

Mi Calificación:

• El Juego: 8
• La Originalidad del Mecanismo: 8
• Los Gráficos y Componentes: 8